lunes, 30 de junio de 2014

Balak

Parashá: Balak

Fuente de la imagen: (*)
Título de la obra: Confianza

Propuesta de versículos para los adultos: Bemidvar (Números) Cap. 22

Personajes: Balak (rey de Moab), Bilam (hechicero) y burra

Recursos: un muñequito para cada personaje, animalito para hacer de burra, bastón

Resumen de la obra:
Adulto (relator): Hace mucho tiempo, existió un rey de nombre Balak. Él era el rey del pueblo de Moab. En los diarios del pueblo comenzaron a publicar noticias sobre el pueblo de Israel. Al rey Balak le empezó a dar un poco de miedo, él era un rey muy miedoso. Tenía miedo de todo, miedo del agua, miedo a la oscuridad, miedo de comer mucho y quedarse con la panza muy llena.  Y tenía miedo del pueblo de Israel. Entonces, el rey tuvo una idea: llamó a un hechicero (el hechicero es como un mago) para que pronunciara unas palabras mágicas y que no dejara avanzar al pueblo de Israel. 

Primero lo llamó a su celular:
(Balak) - Hola, hablo con Bilam?
(Bilam) – Sí, soy yo. Quién es?
(Balak) – Soy Balak, rey de Moab. ¿Por favor, podrías maldecir al pueblo de Israel con tus poderes mágicos?
(Bilam) – No sé, necesito pensar. Tengo la agenda muy llena….Dejame ver…bueno, está bien. Voy a ir, pero acá Dios me dice que vaya, pero que solo puedo decir lo que Él me diga.
(Balak) – ¡Ah, que bueno! Nos encontramos mañana, a las 10 horas, en la esquina de la montaña con el arbolito.
(Bilam) – ¡Dale, quedamos asi, ya lo tengo agendado!

Adulto (relator): Al otro día, Bilam se despertó muy temprano porque estaba ansioso y no podía dormir más. Tomó un rico desayuno, se lavó los dientes y salió. Como en esa época no había autos, se subió a su burra y ella empezó a andar, y a andar, y a andar. Hasta que, de repente, paró de golpe. Bilam casi se cae da la burra. El no entendió lo que estaba pasando. Delante de la burra había un ángel, un enviado de Dios, que solamente ella lo veía. Bilam no lo veía. Bilam se puso muy nervioso porque se le estaba haciendo tarde y empezó a decir “Vamos, vamos”. Entonces, agarró su bastón y le pegó tres veces a la burra. Y algo maravilloso ocurrió. Los animales no hablan, pero la boca de esta burra se abrió, se dirigió a Bilam y le dijo: “¿Pero qué haces? ¿Acaso no soy tu amiga y siempre te llevo sin llegar tarde a cada lugar que tenemos que ir?”. Bilam sabía que la burra tenía razón y se sintió muy avergonzado. En este momento, sus ojos se abrieron bien grandes y pudo ver el ángel que no los dejaba pasar. Se bajó de la burra, le pidió perdón y le dio mucho pastito y agua, prometiendo que nunca más la iba a pegar.

Moraleja: Tenemos que confiar en los buenos amigos.


lunes, 16 de junio de 2014

Koraj

Parashá: Koraj


Fuente de la imagen: (*)

Título de la obra: Respetando la autoridad

Propuesta de versículos para los adultos: Bemidvar (Números) Cap. 16

Personajes: Koraj, Moshe y Aaron

Resumen de la obra:

Hoy la Tora nos cuenta sobre una historia que pasó hace mucho tiempo, cuando estábamos en el desierto.

Durante los largos años que caminamos por el desierto, Moshe y su hermano Aaron eran los lideres, eso quiere decir que eran los encargados de organizar la caminata, los tiempos y a ellos había que hacerles caso y respetarlos. Eran como hoy en día son los madrijim, como las morot y como papa y mama. También les tenemos que hacer caso, porque son más grandes y con más experiencia y solo quieren nuestro mejor.

Un día, un grupito de mucha gente, eran como 250 personas, liderados por un señor llamado Koraj, empezó a no hacerle caso a Moshe y a Aaron. Entonces, pasaban situaciones así:

·         Moshe decía: “Vamos a hacer una ronda!” – y ellos hacían una fila!

·         Moshe decía: “Ahora es hora de comer!” - y ellos abrían los caramelos!

·         Aaron decía: “Es hora de dormir!” – y ellos se quedaban mirando la tele.

·         Aaron decía: “No salten en el sofá que se pueden caer”. Y ellos saltaban más y más.

Y no solo eso, sino que también Koraj, con sus amigos, querían dar ellos las consignas. Es decir, ellos querían decidir lo que se debía o no se debía hacer.

Un día, se estaban portando tan, pero tan mal, que Moshe les dijo:

“Koraj, tú y tus amigos no se están portando bien. Están saltando mucho y se pueden caer. Tienen que hacerme caso a mí, porque yo solo quiero ayudar y en este momento yo estoy liderando. Ustedes deberían obedecer. Ya en otro momento, les podrá tocar a ustedes y podrán liderar.”

Pero, Koraj y sus amigos siguieron saltando. Y de tanto desobedecer, se cayeron en un agujero enooooooooorme.

Moraleja: Es importante hacerles caso a las personas que nos quieren ayudar y que nos dicen que algo puede ser peligroso.

martes, 10 de junio de 2014

Shlaj Leja

Parashá: Shlaj Leja
Fuente de la imagen: (*)

Título de la obra: Explorando la tierra

Propuesta de versículos para los adultos: Bemidvar (Números) cap 13

Personajes: Moshe, Ioshua, Kalev

Recursos: un muñequito por cada personaje, larga vista, racimo de uvas, leche y miel, gorro para el sol, agua

Resumen de la obra:
Moshe - hoy voy a contarles una historia de exploradores. ¿Saben qué hacen los exploradores y qué instrumentos usan?

La historia paso hace mucho tiempo, cuando estábamos en el desierto, un lugar con mucha arena como en la playa. Un día Dios me dijo que junte a una persona de cada una de las tribus, sumando así doce personas para que vayan a explorar la tierra. ¿Qué tierra era? Era la tierra de Israel. Antes de que entremos era importante saber cómo era la tierra, como eran sus árboles, sus frutos y las personas que vivían allí si eran buenas o malas.

Rápidamente las doce personas armaron sus mochilas para el viaje, llevaron un gorro para el sol, agua, algo de comer, larga vistas y emprendieron la caminata.

Luego de cuarenta días las doce personas volvieron al desierto. Todos concordaron en que la tierra era muy linda, era una tierra de leche y miel y los árboles daban muy buenos frutos, como ejemplo trajeron un rico racimo de uvas.

Pero sin embargo diez de las doce personas dijeron: pero vemos un problema las personas que viven ahí son muy muy grandes y nos da mucho miedo, nos parece mejor quedarnos por acá o volver a Egipto.

Dos de los doce, Kalev Ben Iefune y Ioshua Bin Nun, dijeron nosotros creemos que se puede, puede ser que no sea fácil pero se puede. A parte no estamos solos, somos un pueblo y juntos podemos pasar los momentos difíciles. A parte ustedes saben que Dios siempre estuvo con nosotros y nos ayudó a llegar hasta acá, así que seguramente seguirá ayudándonos.

Después de un tiempo Ioshua y Kalev consiguieron convencer al pueblo de que juntos iban a poder y que estaba bueno comenzar el camino.

Moraleja: A veces parece difícil, pero juntos es más fácil


(*): http://www.galim.org.il/cgi-bin/week_issue/mabaparasha.pl?parashaId=39

martes, 3 de junio de 2014

Atzagat HaJag – Shavuot


Atzagat HaJag – Shavuot
Fuente de la imagen: (*)

Título de la obra: La Historia de Ruth

Propuesta de lectura para los adultos: Meguilat Ruth  

Personajes y recursos: Ver al comienzo de cada capítulo

Resumen de la obra:


Capítulo 1 – Personajes: Elimelej, Naomi, Majlón, Jilión, Ruth y Orpa
Recursos: Mochila para el viaje, vianda para viaje con comidita y agua 

Hola, soy Naomi! Hace mucho tiempo, yo vivía en un lugar muy lejano, llamado Moab.
Yo era muy feliz y por eso me llamaron Naomi – que quiere decir agradable. Era feliz porque tenía un marido bueno - que se llamaba Elimelej - y dos hijos, que se llamaban Majlón y Jilión. La esposa de Majlón se llamaba Ruth y la de Jilión era Orpa. Ella eran mis dos nueras.

En un momento, los tres hombres de mi familia se fueron y no volvieron. Me quedé muy triste y mis nueras – Orpa y Ruth - también. Pero, las tres juntas, reunimos fuerzas y seguimos adelante.

Cuando los hombres se fueron, les dije a Orpa y a Ruth que volvieron a la casa de sus papis porque yo me iba a ir de vuelta a la casa de los míos. Mis papas vivían en la tierra de Iehuda.

Orpa me dio un beso muy cariñoso y se fue para la casa de sus papas.

Sin embargo, Ruth, quiso seguir caminando conmigo y me dijo “Donde tu vayas, yo me iré. Donde tú juegues, yo jugaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Quiero estar siempre a tu lado.”

Así fue que nos fuimos juntas, Ruth y yo. Cuando llegamos a la casa de mis padres era la época de la cosecha de los primeros frutos. La gente vio que yo ya no estaba feliz como antes, porque no estaba con toda mi familia. Y fue así que decidí cambiar mi nombre y en vez de Naomi me pasé a llamar Mara, que quiere decir un poquito triste.


Capítulo 2 – Personajes: Naomi, Ruth, Boaz y trabajadores del campo de Boaz
Recursos: cestos para recoger el trigo y la cebada  

Hola, yo soy Boaz. Soy pariente de Elimelej, el marido de Naomi.

Soy dueño de muchos campos y en la época que comienza la cosecha acostumbro pasear por mis tierras para ver cómo están trabajando todos. Les quiero contar que entre muchas cosas que la Torá nos enseña, una de ellas es que algunas partes de nuestros campos tienen que quedar libres para que los que necesiten puedan ir a cosechar y tener para comer.

Hoy, cuando llegué, vi a una chica que no conocía. Le pregunté a mi ayudante quien era y él me dijo que era Ruth, la muchacha que había llegado al pueblo con Naomi. Ella estaba recogiendo partes de alimento de mi campo. Me acerqué, le di la bienvenida y le dije que volviera siempre que quisiera y que yo la ayudaría.

Sé que Ruth después le contó todo eso a Naomi, su suegra. Y le dijo que la traté muy bien.

Naomi se puso muy contenta porque yo, Boaz, soy pariente de Elimelej. ¡Todos de la misma familia!


Capítulos 3 y 4 – Personajes: Ruth y Boaz
Recursos: ropas para Ruth, cine con lentes, mesa con comiditas, zapatos

¡Hola, soy Ruth! Hoy fue un día muy especial para mí, porque Boaz me invitó a jugar con él. Estaba muy ansiosa y no sabía bien dónde íbamos a ir. Me bañé, me puse ropa linda y mi suegra, Naomi, me prestó su mejor perfume. ¡Quedé con un rico olor!

La salida empezó de una forma muy especial. Fuimos primero al cine, a ver una película en 3D (aquella de los lentes) que se llamaba “Recogiendo las Espigas”. Estaba tan emocionada que los antiojitos se me caían… Cuando salimos del cine, Boaz me invitó a cenar. Comimos una rica comida y, en el momento del postre, Boaz me preguntó si me quería casar con él. A mí se me llenaron los ojos de lágrimas de emoción. ¡Por supuesto que le dije que sí!

Boaz me dijo que la costumbre del lugar para hacer un trato era cambiar nuestros zapatos. A mí me resultó un poco raro, pero como era muy gracioso y necesario, lo hicimos. ¡Imagínense, me quedé con uno de varón y otro de mujer! Uno más chico y otro más grande. ¡Muy divertido!

Al poco tiempo hicimos la jupá. Y después, vino nuestro primer hijo, de nombre Obed. Obed tuvo un hijo llamado Ishai, que tuvo otro hijo llamado David. Es decir, yo soy la “bibi - bisabuela” de David, que fue un Rey muy importante de Israel.

Y colorín, colorado, esta Meguilát Ruth, mi meguilá, se ha terminado.

“!David Melej Israel Jai, Jai, veKaiam!”